En el mercado mundial existe una gran variedad de vasos con filtro, pero podemos establecer dos grandes grupos en función de su procedencia. En ambos casos proceden del reciclaje de vidrio, pero de circuitos totalmente distintos y diferenciados. Por un lado encontramos el circuito de reciclaje urbano, es decir, los contenedores de calle donde se recupera el vidrio de botellas y tarros, pero donde se suelen depositar otros elementos a base de metal, cerámica, plástico, corcho, etc. Debido a la falta de control en esta fuente, es común encontrar la presencia de bacterias y elementos indeseables que, si no se esterilizan correctamente, migrarán al agua de nuestra piscina por el efecto de arrastre del agua que viaja a través del filtro a alta presión. . La desventaja que presentan estos procesos de lavado, cuando existen, es doble: el encarecimiento del producto por la inclusión de estos procesos –lo que obliga a subir el precio de venta para compensar este proceso– y una huella ambiental negativa provocada por el uso de energía y agua para alcanzar los niveles necesarios de desinfección del vidrio en esta categoría. Por ello, los vidrios de este grupo suelen desprender un olor característico cuando se abre el envase, y muchas veces encontramos en él papel, plástico y otros materiales no deseados (entre un 3% y un 5%), que inevitablemente acabarán en el agua en nuestras instalaciones. Por otro lado, existe un circuito ligado al uso de restos de vidrio industrial, es decir, desechos y sobrantes utilizados principalmente para la fabricación de ventanas. Este vidrio nunca ha estado en contacto con contaminantes y podemos considerarlo virgen, ya que pasa por pocas etapas hasta convertirse en un vidrio filtrante de alta calidad. En este caso, está totalmente controlado y trazable gracias al seguimiento de los lotes utilizados, y no es necesario esterilizarlo ni someterlo a procesos de lavado adicionales al estar ya limpio. Una garantía de higiene tan sencilla como eficaz y respetuosa con el medio ambiente. En Nature Works llevamos 10 años defendiendo este tipo de circuitos, una opción notablemente más sostenible e higiénica, lo que nos ha permitido centrar nuestros esfuerzos y recursos en perfeccionar el rendimiento y la tecnología aplicada al vidrio filtrante. Llevamos años de investigación y desarrollo con equipo técnico y humano propio. Esto, unido a la tecnología denominada Anticompactación y la garantía de origen puro que solo podemos conseguir gracias al circuito industrial, da como resultado la verdadera evolución del vidrio filtrante. Con esta premisa, en Nature Works creemos firmemente que para obtener agua pura en cualquier instalación es imprescindible disponer de un medio filtrante puro.